Por qué mejorar el uso de la energía es ganar rentabilidad

 

El uso racional de la energía puede ser una gran oportunidad para mejorar la competitividad y la rentabilidad, siempre y cuando la empresa lo incorpore como una variable estratégica más.

Cuando vemos o escuchamos gotear una canilla, automáticamente hacemos el esfuerzo de ir a cerrarla porque entendemos –sin que nadie tenga que concientizarnos previamente– que se está desperdiciando un recurso valioso.

«Sin embargo, al ver lámparas encendidas a las 12 del mediodía o saber que hay pérdidas en los equipos de aire comprimido del taller o de la fábrica no siempre hacemos lo mismo –explicó Jonathan Morris, ingeniero industrial especialista en gestión energética–. Y es energía que se pierde y no se recupera, además de ser una pérdida de dinero para la empresa».

«Cuando el uso de la energía en la empresa suele ser una «caja negra» donde no sabemos lo que hay adentro ni cómo funciona, hay algo que sí podemos asegurar, y es que en esa «caja negra» hay, además, muchas oportunidades desaprovechadas», explicó Morris en el encuentro virtual sobre Eficiencia energética y gestión ambiental sustentable, realizado el martes 28 por el Centro Universitario PyME de la UNaB con el apoyo del Municipio de Almirante Brown, la Unión Industrial local (UIAB) y la Comisión Mixta del SIPAB.

¿Qué clase de oportunidades? Entre otras, la de poder producir lo mismo o más con un menor gasto, y por lo tanto, ganar en competitividad y en rentabilidad: «Es que eficiencia energética es justamente usarla de manera racional, para poder producir lo mismo o más con menor consumo de recursos –explicó en el encuentro el ingeniero Marcelo Espeche–. No se trata de producir menos para ahorrar energía: eso sería racionamiento energético, no eficiencia»

Además, el consumo de energía representa en general un 75% de los efectos ambientales de la industria, con lo cual la eficiencia energética redunda en otra variable que hoy las PyMES no pueden dejar de lado.

En relación con la gestión ambiental, la doctora Cristina Lafflitto explicó en el encuentro las ventajas de implementar un sistema de gestión ambiental en la empresa, y la ingeniera Analía Figueira brindó un panorama de lo que la industria local puede hacer en materia de construcción y arquitectura sustentable.

Por qué mejorar el uso de la energía es ganar rentabilidad

 

No se trata sólo de cambiar la iluminación por lámparas LED. Si tenemos en cuenta que, físicamente, la energía dispersada se transforma en ruido o en calor, «cada ruido que se escucha en la fábrica es dinero perdido», dijo Morris.

No sólo eso: «El calor excesivo en el ambiente de trabajo es una pérdida que, en general, no estamos entrenados para identificar –sostuvo el experto–. Por eso, instalar cámaras termográficas para poder detectarlo redunda en beneficios tanto en términos de seguridad como de ahorro energético y económico». Afortunadamente, no estamos solos, destacó: «la tecnología está de nuestro lado».

Pero una estrategia para lograr la eficiencia energética en la empresa debe ir más allá de medidas puntuales como estas: «Lo mejor es elaborar un plan integral que abarque a toda la organización, porque las medidas puntuales, después de un tiempo, pierden eficacia, lo cual lleva a una pérdida de la inversión».

Los planes integrales de eficiencia energética para pymes incluyen por lo común la intervención de un profesional especializado y la implementación de normativas estandarizadas, como la internacional 50001, y el monitoreo sistemático: «Lo que no se mide no se puede mejorar, y lo que no se mejora, con el tiempo se termina degradando», resumió Morris.

«Para las PyMES –concluyó–, la eficiencia energética ya no es una opción sino una necesidad».