Emprender, ¿es para cualquiera?

 

Desde el Programa de Desarrollo Innovador del Centro Universitario PyME te contamos por qué el éxito de un emprendimiento innovador nunca depende solamente del talento individual. ¿Querés ser parte de la movida emprendedora local?

La Universidad Pública impulsa un semillero de jóvenes emprendedores en Almirante Brown, y trabaja para construirlo con las empresas, estudiantes y con su equipo docente. Las PyMES son un actor central en la creación de nuevos productos y servicios, y suelen ser los jóvenes quienes, desde ellas o bien gestando nuevos emprendimientos, tienen las ganas y la determinación para llevar adelante las ideas más innovadoras. «Sin embargo, ese impulso no viene de la nada o de la pura iniciativa individual: requiere un ámbito asociativo que incentive la innovación y que facilite las herramientas», explica el licenciado Esteban Cassin, especialista en innovación a cargo del Programa de Desarrollo innovador que puso en marcha en octubre la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB) a través de su Centro PyME.

En el marco de este Programa ya se realizaron en la segunda quincena de octubre actividades con empresas en la sede de la Unión Industrial de Almirante Brown (UIAB), con el apoyo de la Municipalidad de Almirante Brown y la Comisión Mixta del Sector Industrial Planificado de Almirante Brown (SIPAB). Además, se realizó en la Casa Municipal de la Cultura el encuentro Emprender desde la Universidad para presentar en sociedad el programa a la comunidad de estudiantes, y se inició el primer Curso de Formación para los docentes que conformarán el equipo para la búsqueda y el desarrollo de jóvenes talentos emprendedores.

El potencial innovador en Almirante Brown

 

«En la universidad hay al menos tres comunidades que pueden aportar talento a la innovación productiva local, y a los que tenemos que darles herramientas: estudiantes, docentes e investigadores –puntualizó Cassin–. Muchos de los estudiantes tienen el deseo de emprender, o lo descubren cuando se les hace ver la posibilidad; y los docentes e investigadores, además de poder ser emprendedores ellos mismos, pueden convertirse en promotores de la actividad, tanto en las aulas como en la participación en nuevos ámbitos facilitadores del trabajo conjunto y el intercambio de ideas».

Por último, la comunidad universitaria se integra también al corazón del sector productivo, con el foco en la creación y el desarrollo de nuevos productos y servicios que lleven el valor agregado del conocimiento y la tecnología: «La conformación de un ecosistema innovador a nivel local requiere primero establecer los lazos que generen la confianza entre todos los participantes –sostiene Cassin–. Las nuevas ideas no vienen de la nada: surgen del trabajo asociativo, y es eso lo que estamos buscando en Almirante Brown, que por la magnitud de su sector industrial tiene un enorme potencial para la innovación y el emprendimiento».